Contribuyentes

miércoles, 20 de noviembre de 2013

De silencios masivos

Ayer mismo se ha dado a conocer la intención del gobierno de Mariano Rajoy, la intención de dar otra vuelta de tuerca más a las pocas, muy pocas libertades que nos quedan.
El dialogo social está muy fragmentado precisamente debido a esa estrategia conservadora, consistente en aplicar un torrente de recortes, para que todo el mundo se vea afectado de una u otra forma, y sea difícil aunar esfuerzos, focalizando las voces en una única dirección.

Así, uno se ve afectado por la disminución de su sueldo, -en caso de que tenga un sueldo-, otro por la problemática surgida a raíz de la privatización de la sanidad, o por el robo de su dinero en formato de preferentes, o por las dificultades a la hora de subsistir día a día debido a otras modificaciones "menores", que dificultan o imposibilitan llegar a fin de mes, como disminución o dificultad de acceso a becas, vivienda, trabajo, aumento de los precios e impuestos,  (IVA, medicamentos, energías, combustibles,bienes de consumo, alimentación,...), o como el nuevo impuesto aplicado a los usuarios de la energía solar (si, España es el único lugar del planeta donde se aplica un impuesto a todo aquel que aproveche la energía solar), el endurecimiento de todo tipo de normas y leyes y sanciones con afán recaudatorio y no disuasorio, como leyes del aborto que se remontan a épocas franquistas, legislación contraria a la libertad sexual, endurecimiento de los sistemas de control dela inmigración mediante cullillas en fronteras...

En definitiva, este país, -España-, se ha convertido en dos años de gobierno de la derecha, en un lugar en el que ya casi nadie quiere vivir: 
Nuestros jóvenes se marchan a estudiar, trabajar o vivir a otros países debido a la imposibilidad y el miedo de hacerlo aquí y, quienes no nos podemos marchar, sufrimos las consecuencias del derroche de la clase política y las grandes empresas, vemos como día si, día también, se modifican nuevas leyes a golpe de decretazo, gracias a la mayoría absoluta que el pueblo le ha dado a un partido que está haciendo todo lo contrario de lo que prometía en su programa electoral, y que cuenta con múltiples extensiones en todos los ámbitos para poder controlarlos a placer, como medios de comunicación, justicia, etc,etc,etc...

Solo nos quedaba una posibilidad: Protestar.
Salir a la calle y gritar nuestro desacuerdo pues, -ilusos de nosotros-, imaginamos que nunca podríamos volver a una dictadura. Que la constitución nos amparaba, aunque solo fuese en los mínimos relacionados con la libertad de expresión y el libre albedrío. Que nos podrían atar de pies y manos, pero no podrían taparnos la boca...
Pero también nos equivocábamos. Todos. Unos mas que otros, pues seguramente, ni siquiera los culpables/complices de que el Partido Popular esté en el gobierno, se habrían podido imaginar nunca, hasta qué extremo de radicalización en contra de la ciudadanía, podría llegar el gobierno.

Lo llaman "democracia", pero...no lo es.
Y no lo volverá a ser cuando definitivamente aprueben la ultima reforma que han llamado "Ley de Seguridad Ciudadana". La puntilla a las libertades de cualquier tipo, a la constitución y  la puesta de largo de forma oficial del totalitarismo mas oscuro, y la dictadura más férrea como no se había visto en muchas, muchas décadas..

Está ley, debido a las extremadamente desorbitadas sanciones (de hasta 600.000 euros), atemoriza a la ciudadanía. Nadie, -salvo los políticos-, ganarán nunca, -ni en toda su vida-, ni la cuarta parte de una sola de esas sanciones, que no podrían abonar ni siquiera destinando el sueldo íntegro de toda su existencia, dejando así en la pobreza mas profunda al afectado y toda su família.
Esta ley prohíbe así, casi cualquier libertad de de expresión, como las manifestaciones (salvo si cumplen una serie de requisitos, a voluntad del gobierno, por supuesto), los denominados "escraches" o abucheos pacíficos y desde la calle a personas o entidades.
También impide grabar o fotografiar abusos policiales, bajo la excusa de su posterior difusión, que puede poner en peligro, -dicen-, la operación o el "Honor", del apaleador.
Manifestarse ante el lugar de reunión de los políticos, -el congreso de los diputados-, a diferencia de otros piases desarrollados, también estará prohibido.

Alterar el orden encapuchado o con cualquier elemento que dificulte la identificación, insultad a un policía (pero no así al revés), dañar el mobiliario publico, hacer barricadas, escalar o precipitarse desde edificios públicos como acción de protesta....y un sinfín de normas al huso, dirigidas todas ellas a dificultar o imposibilitar las protestas de cualquier tipo.
Así, podrá considerarse "manifestación" (e ilegal, por supuesto) todo grupo de personas con ideas afines, pero contrarias a las del gobierno, reunidas en un mismo lugar, fuese o no de forma intencionada, como en las manifestaciones espontaneas y sin ningún tipo de organización, que ya hemos vivido.

Normas, todas ellas, destinadas a acallar al pueblo. A los votantes que los han puesto donde están, y que han sufrido mentiras, engaños, violencia física y psicológica, desahucios, robo de su dinero a traves de cauces "legales" de la banca permitidos por el gobierno, modificaciones  en educación, con la clara intención de adoctrinar a los futuros votantes desde bien pequeños, concesiones multimillonarias a la iglesia...

Quizás este es el mejor momento para recabar todo el dinero posible y tratar de huir...no se muy bien a donde. Supongo que cualquier lugar es mejor que este.
Ahora, ya no nos queda ni siquiera la posibilidad de protestar. Solo nos queda la opción de pedir ayuda...si alguien nos la quiere dar.
A fin de cuentas, solo somos Españoles.