De inteligencias artificiales.

Escucha....¿Oyes eso? El nuevo día ha llegado...
Ve con ella...se está despertando en este instante...


-¿Quieres que te haga un café...como a ti te gusta?
-Sí..me encantaría..Y me despejará.
-De acuerdo.


Nunca te olvidas de como hacerlo, ¿eh?
No, nunca me olvido.


Me siento un poco confuso. ¿Que dia es hoy?
Es... hoy¡¡¡

El chico de "en ocasiones veo muertos", en esa película de robotitos llamada "Inteligencia Artificial", dos mil años después de su fabricación, haciendo llorar a hombretones de treinta y siete años de la vida real.

El minuto ciento treinta y nueve y siguientes, son de esos que esperas ver. De los que te hacen sentir.

Y mi osito Tedy a 62 kilómetros de mi cama.

Música de piano piano. Lenta, triste y agradable, entra por mis oídos y sale por mis conductos lacrimales.
Luz cálida en el dormitorio, blanca y brillante en la cocina, sonrisas....

Y una voz en off que continua con un "...y conforme fue pasando el día, David, pensó que era el mas feliz de su vida. Todos los problemas parecían haber desaparecido de la mente de su madre; Allí no estaba Henrry, no estaba Mártin, no había dolor...sólo estaba David".

Mientras me cepillo los dientes, resuenan en mi cabeza las últimas palabras de esa cinta:  "David nunca había celebrado su cumpleaños, por que no había nacido, de forma que hicieron una tarta, y encendieron unas velas.

-Pide un deseo.
-Ya se ha hecho realidad."

"Para entonces ya había empezado a oscurecer tras las ventanas. David corrió las cortinas sin que nadie se lo pidiera."

"Aquel era el momento eterno que él había estado esperando...y ya había pasado. Por que Mónica ya estaba profundamente dormida. Más que simplemente dormida. Aunque la sacudieran, nunca se despertaría. Así que David se durmió también, y, por primera vez en su vida, fue a aquel lugar, donde nacen los sueños".