Anteayer, al llegar del trabajo, -soy uno de esos "privilegiados" que casi cobran mil euros, a fuerza de tragar lo intragable, no tener vida social, y poco contacto con la familia-, vi una entrada en el facebook donde se indicaba que Canal Nou había sido rodeada por la policía con la intención de cerrarla, que no permitían la entrada a quienes habían de iniciar su jornada laboral, y que quienes se encontraban dentro, habían iniciado una programación improvisada, en señal de protesta por el inminente cierre del canal autonómico valenciano.
Sin preavisos. A palo seco.
Desde Galicia, -tierra de quien les escribe-, he de reconocer que Canal Nou es algo así como novedoso, a pesar de su larga andadura de casi 25 años. No obstante, he tenido oportunidad de verla en multitud de ocasiones, ya sea por estar visitando la tierra de las naranjas, una sesión de tórrido zapping por los canales autonómicos que me brinda mi operador de televisión por cable, o simplemente, por que una noticia con origen valenciano, me había derivado a esa emisión, con la intención de conocer mas cerca de lo que nos permite una cadena nacional, algún acontecimiento.
El valenciano ademas, se entiende de forma bastante aceptable fuera de sus fronteras.
Pero la de anteayer fue una emisión que permitía viajar en el tiempo a quienes contemplábamos atónitos nuestras pantallas.
Un viaje en el tiempo pasando por lugares llenos de tricornios, gente con pistolas, ordenes...
Decía alguien en una emisora de radio, algo con lo que coincido plenamente: Mas allá de la estupefacción, la indignación, la ira, la frustración o la impotencia que genera una situación así, había sentido ese inconfundible e inolvidable frío del 23F.
Ese frío acompañado de un desasosiego, muy parecido al que todos hemos sentido de forma mas reciente, durante el atentado de Atocha.
Y ojo, que no estoy comparando situaciones, no valla a ser que se empiece a descontextualizar este relato. Al menos termine de leérselo.
Lo que estoy comparando son las sensaciones de quienes NO nos hemos visto directamente envueltos en ninguna de esas situaciones, pero que en menor medida nos afectan, o da la sensación de que nos pudiesen afectar en el futuro.
Se trata simplemente de miedo.
Quizás gracias a la cercanía que nos brinda la televisión, hemos sido impregnados por las sensaciones de quienes nos hablaban al otro lado de las pantallas. Es posible que las cosas solo nos afecten emocionalmente, cuando nos tocan de cerca. Mientras tanto, todo forma parte de "algo que le pasa a otro. Lejos". Como cuando vemos imágenes de niños delgados cubiertos de moscas entre la sección de política internacional y los deportes, en el telediario.
No nos afecta. A lo sumo, alguien, -mientras corta su filete con patatas o da cuenta de un buen cocido-, añade algún comentario del tipo "qué pena todo...". Pero la pena se nos pasa 45 segundos después, cuando empieza la sección de deportes.
No nos afecta.
No es nuestra guerra.
Es algo, que no nos concierne.
Nos da un poco igual.
Ese es nuestro gran problema: que el problema siempre es de otro.
Pero cuando somos nosotros los que sufrimos un problema en primera persona del singular, desearemos que todo el mundo venga en nuestra ayuda, y no entenderemos su reacción pasiva, al vernos solos.
A fin de cuentas, nuestros problemas siempre son los mas graves. ¿por qué nadie hace nada?
Eso mismo TE estarán preguntando los trabajadores de Canal Nou.
¿Qué les respondes?
¿Nada?
¿Un silencio?
¿Te has venido a negro...?
La segunda parte de esta aventura que no ha hecho mas que comenzar, pasa por el debate de quienes lo saben todo sobre el tema, pero que no se han molestado en indagar lo mas mínimo sobre él, basándose habitualmente en recortes de prensa o tertulias en sus canales de siempre, que no se han molestado en contrastar. Me encanta ese verbo. El verbo "contrastar" digo. Me gusta por que huele a nuevo. Casi nadie lo usa. Y no vale contrastar lo que dicen en 13tv, con lo que dicen en intereconomia. Las cosas se contrastan con sus más opuestas posibles, para hallar una media. Si contrastas lo que dice la derecha, con lo que dice la ultra derecha...o viceversa, el cálculo no es correcto.
El caso es que todo el mundo va a lo mismo: "...que si una empresa privada tiene una deuda muy grande, pues que tendrá que cerrar. Por que si mi empresa tiene perdidas y cierra, pues con mas motivo una televisión que pagamos todos, ¿no?"
Y cada vez que escucho esta frase, me doy cuenta de la tremenda desinformación, o desinterés, o las dos cosas, que abunda a mi alrededor.
De entrada, si es una empresa "que pagamos todos", no es privada, sino pública.
Si una empresa pública, tiene una deuda muy grande, habrá que mirar un poco mas arriba de ese señor que presenta el telediario. Me refiero a los gestores de la cosa pública.
Claro, uno escucha a Fabra hacer demagogia diciendo tonterías como "...que si tiene que elegir entre un hospital y una televisión, pues que se queda con el hospital..", y dan ganas de cruzarle la cara por gilipollas. Pero después veo a todos los que escucharon a Fabra decir esa tontería con los ojos bien abiertos, como el que acaba de ver la luz, aplaudiéndole con las orejas, y pienso "pues tenéis lo que os merecéis". Iba a añadir "por gilipollas tambien", pero no lo voy a poner.
Un gestor está para gestionarlo todo. El hospital y la televisión.
Hacer creer a la gente (gente que no ve mucho mas allá, y ni se molestan, por eso a veces me duele que su voto valga lo mismo que el mio), pero gente, a fin de cuentas, que tiene el poder de poner o sacar a alguien de su sillón, que la unica solución pasa por una simple elección, haciendoles participes de un daño (o la tele, o TU salud), en vez de sacar el libro de cuentas y explicar de forma que todo el mundo entienda la inviavilidad de canal Canal Nou, sería lo mínimo y lo primero que tendría que hacer el señor Fabra.
Que parece que hasta nos hace un favor...
Tendrá que preguntar, en todo caso, qué es lo que prefieren los valencianos: Quedarse sin el único medio de comunicación autóctono, o sin un hospital. O sin un aeropuerto sin aviones. O sin la ciudad de la cultura esa... o sin las carreras de formula uno. O sin las visitas del Papa. Sea lo que sea, tendrán que ser los valencianos quienes decidan qué es lo que quieren suprimir.
Y puestos a reducir costes en el canal de radio televisión, existen tal cantidad de formulas antes del cierre, pero tantas tantas, de las que no se ha aplicado ni una sola, que cuesta mucho entender que directamente se fuese a por la ultima, mas dura, salvaje y cruel,
¿Qué formulas? Joder, que parecéis nuevos: Ere´s en cualquieras de sus muchísimas variedades (suspensivos, temporales, parciales, definitivos...), reducción pactada de salario y jornada o ambas, o partes de ambas, impuestos voluntarios, inversión, venta de activos, alquiler de equipos o de instalaciones o de ambos, reducción de directivos, cesión parcial, directa o subrogada de infraestructuras...en fin, son tantas pero tantas tantas tantas las formulas para reducir el gasto y aumentar los ingresos (algo que no funciona en 24 horas, pero que evitaría el cierre del canal), que de todas, me rasca la ostia, que se utilizase la peor y mas jodida: Meter a tropecientos policías (sospechosamente amables, quizás por cuestiones de "el directo"), en una sala llena de caros, complicados y sobre todo delicadísimos equipos de telecomunicaciones, esperando que todo se apague de forma tan sencilla, como si fuese un ordenador portátil con el Windows. No se trata simplemente de tirar de un enchufe.
Esos equipos tienen un protocolo de desconexión; primero unos, después otros, y luego otros.
Pero no: Han decidido cortar el suministro eléctrico y que se jodan cientos de miles de euros. Así, a las bravas.
Así funciona el PP.
A las bravas.
¿Y ahora qué?
Pues ahora, una de dos: La plebe con memoria de pez pasaran a ver cualquiera de los otros canales existentes y se olvidarán en ocho o diez días de todo esto, hasta que les den otra ostia política (de la que también se olvidarán en ocho o diez días), y así en bucle infinito, o harán algo mas productivo.
Por "algo más productivo", me refiero a algo mas que salir a la calle y manifestarse (que también).
Me refiero a hacer vació a todo aquel que consideren esté relacionado con este tipo de chanchullos políticos. Esto implica principalmente no comprar productos descaradamente partidistas, ni acudir a acontecimientos organizados por partidos políticos, pues mas allá de los mítines, existen cantidad de actividades organizadas por partidos políticos. Claaaro.. Para eso tienes que leerte la letra pequeña: Quien convoca u organiza, quien instala las infraestructuras del evento, quien protagoniza y promueve...cosas casi todas ellas, que figuran en la publicidad o páginas web de los implicados.
Otra opción es no dar tu voto a los de siempre, cuando toque votar, y dárselo a otro. Que no tiene por que ser el PSOE, si es lo que están pensando. Será por partidos minoritarios.
Tú que sabes si podrán o no podrán hacerlo bien.
Ah! ¿Que son todos iguales, dices?
Pues nada, tirémonos todos por la ventana y acabemos con nuestro sufrimiento...
Lo que está claro es que quedándote en tu casa, la cosa solo puede ir a peor. Ya lo dijo Rajoy: Si no protestas es por que estas de acuerdo.
O lo que es lo mismo: El que calla, otorga.
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