Contribuyentes

martes, 1 de febrero de 2011

De persuasiones.

Hoy me han regalado un pequeño alcoholímetro digital. A mi, que no bebo. Salvo contadas excepciones enumerables con los dedos de las manos, al cabo de todo un año, no soy muy de meterme de chunda-chunda a pagar copas de garrafón como un bendito. Y llegado el caso, siempre tengo donde quedarme a pasar la noche, ya sea en casa de un amigo, un hotel, que mi novio conduzca...o incluso me vuelvo en tren y ya iré a por el coche. Le tengo demasiado miedo yo a la guardia civil esa.
Pero el caso es que...me lo han regalado.
Tampoco me fío yo de la calibración de este chisme.
Incluso creo que seria un tanto cómica su utilización. por que, ¿cuando soplar? ¿Justo antes de meterte en el coche, cuando ya te has tomado 7 copas y no sería necesario ningún aparato de medición alcohólica? ¿O seria mejor que, a cada sorbo de la susodicha copa, estemos soplando hasta ver que el índice ha llegado a su límite legal máximo?
Por otro lado, ¿por qué uno se pone a conducir después de haber bebido, aunque sea lo suficientemente poco como para que el alcoholímetro no pite "peligro"?
Leía el otro día una anécdota a modo de aventurilla findesemanera, donde se relataba entre risas aplaudidas por los lectores y amigos de la estrella, lo poquito que faltó para que la policía local hiciese su trabajo, pillando in fraganti al beodo conductor. Bueno, realmente beoda conductora, que también las hay.
Y pasada la treintena, este tipo de "diversiones", también pasan a ser patológicas. La inconsciencia no se cura, mas que a base de un buen multazo, la retirada del permiso de circulación, y una brillante noticia con foto en un buen periódico, para que todo el mundo vea quien juega con la vida de los demás, y, tras ser señalado con el dedo durante una temporada, quizás la vergüenza pueda hacer el trabajo que uno mismo no ha querido o no ha podido hacer. Un alcoholímetro de 15 euros, no va a solucionar ese problema, pero sería una ayuda estupenda, si hay intención de contar con él, cosa poco habitual entre este tipo de malabaristas del motor.

En cualquier caso, supongo que lo llevaré en el coche. Al menos, podrá servir para intentar persuadir a quienes, a pesar de verse capaces, no lo están efectivamente. Ese pequeño sonido agudo y una cifra de tres dígitos y quizás, el miedo al "por si acaso", permita que mas de uno se pille un bus en vez de subirse a su coche.
Que las cosas nunca pasan, hasta que pasan.
 Y cuando pasan, la culpa la tendrá aquel amigo  que no te supo decir que no siguieras bebiendo, o que no te impidió subir al coche, o..peor aún, si tienes un golpe, y matas a quien va contigo, o lo dejas ciego, o sin un brazo o una pierna para los restos...
Así que no bebas coño. Que luego encima tendrás los wevos de quejarte de lo mal que está la economía, gastándote cada mes70 euros en copas....

2 comentarios:

  1. a mi no creo que me metan una multa por conducir borracho,ya que no tengo ni coche ni carnet,además tampoco salgo por pubs ni menos aún discotecas..

    ResponderEliminar