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jueves, 3 de febrero de 2011

De arte...o mal gusto

El otro día, en un hilo de fotografía de Flickr, alguien publicó una imagen de un gato. El gato estaba tendido sobre el suelo con los ojos vidriosos. Como llorando. Su boca y nariz estaban manchadas de sangre. Era obvio que el pobre animal había consumido su séptima vida, o estaba a punto de hacerlo, en un esfuerzo inútil por aferrarse a un tiempo de prórroga, aunque sabiéndose derrotado en esa contienda interior.
Una imagen, sin lugar a dudas, muy dura. Pero muy real. De hecho, los adjetivos de los opinantes eran casi todos de ese calibre, calificándola de "impactante" en el mejor de los casos.
La polémica, no obstante, estaba servida:
Por un lado, quienes calificaban al fotógrafo -en vez de a su fotografía-, de inmoral, ser de mal gusto, y similares.
Por otro, quienes calificaban a la imagen -que de eso se trata en los hilos de fotografía-, de cualquier cosa, desde directa, real e impactante, hasta obscena, dolorosa o traumática.
Mi opinión es fundamentalmente de la imagen: Dije en su momento, y lo mantengo, por que yo no cambio de opinión como las veletas (;-b) que, si la sangre fuese de un cervatillo que esta siendo devorado en vida por una manada de leones salvajes en la Sabana, bajo un sol achicharante, posiblemente seria aplaudida y merecedora de un premio. Pero como la foto es de un vulgar gato, la cosa no era tan "científica" y, por ende, de mal gusto, (léase en tono sarcástico).
A mi me gustó mucho la imagen, pero también valoré los wevos del fotógrafo, al publicarla, sabiendo a lo que se iba a exponer inevitablemente. Por lo tanto, doble aplauso.
La conclusión a la que llego, es que, quienes opinan sobre un fotógrafo, que es, -como también decían en el hilo-, un simple notario de la realidad, supongo que lo hacen por un déficit en su criterio para valorar una imagen. Su encuadre, su nitidez, el ángulo dispuesto, el tratamiento en post-producción, el equipo, las circunstancias del momento, la sangre fría del fotógrafo...en definitiva, la historia que cuenta la imagen.
O quizás es por la imposibilidad de soportar tanta mala-realidad de golpe, y  no  detenerse un instante a contemplar lo que rodea al contenido. Estoy convencido de que los escrúpulos de cada cual, tienen una cuota de control mental bastante elevado en porcentaje, cuando damos una opinión. No es cosa de criticar sin más a los críticos. Pero creo que que es una salida de tema -el criticar al autor-, bastante severa, cuando hablamos de su trabajo, no de su vida.
La imagen, sin duda alguna, es dura. Pero está ahí. El fotógrafo no ha matado al animal. Únicamente ha sido mudo testigo de su final. Y eso tiene un valor que no todo el mundo ha sabido apreciar.
Evidentemente cada cosa en su lugar, y no empecemos a rasgarnos las vestiduras sobre cuestiones éticas o morales,  adecuadas o inadecuadas...
En cualquier caso, existen numerosos premios Pulitzer de contenido infinitamente más violento que han sido alabadas hasta la saciedad, como esta, que creo que debería de hacer un pelin más de daño que la de un gato callejero.
Esto tendría que poner en funcionamiento nuestras poquitas neuronas y valorar...
Reiterando la letra de un tema anterior, "La verdad es tener claras las ideas frente a tanta confusión", esto es, no confundir el tocino con la velocidad. Una cosa es la imagen, que podrá ser mejor, peor, buena o mala, y otra cosa es cargarse al mensajero, por que el mensaje no nos gusta.
La imagen, eso si, debería de ser visible tras un anuncio de contenido violento, no apto para menores, ya que la actualidad es visible sin ningún tipo de restricción, a pesar de que todos los participantes del grupo y del hilo superan los dieciocho años. Con este pequeño matiz, considero una obra magistral el trabajo de este fotógrafo vigués.
Y sí: la considero una captura con un valor técnico, pero sobre todo conceptual, enorme.

2 comentarios:

  1. Yo como de fotografía "nanai" pero de "transmision de ideas,conceptos y sentimientos", como cualquiera, puedo decir algo, pues lo digo: Lagrimones puros y duros, y un rato para pensar. La fotografía es tan dura y cruel, que es real, y real es real. "Precious" es una película de oscar, pero cojones lo dura y real que es. Un saludo.

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  2. La muerte forma parte de la vida. Los que tenemos mas edad ya hemos tenido que verla de frente en los ojos de seres amados y mas tarde o mas temprano será una compañera de viaje.

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