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sábado, 2 de octubre de 2010

Adquiriendo experiencia.


Hace apenas tres meses que he terminado por tercera vez el Camino de Santiago.
Y ya me ronda por la cabeza el volver a hacer alguno de sus tramos..
Las primeas 2 veces a pié. La tercera en Bicicleta.
En el fondo, supongo que se trata de salir de esta ciudad con cualquier excusa.
Y esta es una excusa relativamente económica, sencilla y que no requiere de grandes planificaciones ni es preciso seguir ningún programa previo. Como dices los de la campaña de telefonía: "a tu aire".

Tengo pseudo-apalabrado el realizar el camino portugués en bicicleta a mediados del año que viene. Todavía hay que concretar muchas cosas, y ajustar vacaciones de los diferentes componentes del equipo, pues somos de diferentes ciudades.
Pero creo que no podré esperar.

Necesito actividad y movimiento en esta vida tan, -en contra de mi voluntad-, sedentaria que tengo.
Y la gente que me rodea, -"mis cercanos" que les llamo yo-, se han aburguesado completamente.
Viajar si, pero a poder ser en la autocaravana que tienen unos, cómodos aviones y hoteles previamente concertados, que dicen otras, y como mucho, alguna escapada a alguna ciudad en coche para pasar unos días en buses turísticos, museos y excursiones en barco a lo largo de la costa.
Que no digo que no esté bien.
Pero yo necesito mucho más que todo eso: El no saber qué te vas a encontrar en la siguiente curva. El sociabilizar con lugareños, allá por donde vallas. El aprovechar que has encontrado una fuente para refrescarte y recargar el botellín. El charlar con un montón de amigos con los que compartirás 3 o 4 horas de tu vida y nunca más volverás a ver.
El saberse sólo y no contar con nadie para que te quite las castañas del fuego.
El saborear un higo o una manzana que te has encontrado en aquel árbol.
Incluso el darte el tremendo lujo de detenerte donde se te antoje, por el simple hecho de que aquel cuadro, formado por 3 arboles, un banco de madera y una pequeña capilla en mitad de ningún sitio, te ha resultado tan acogedor, que quieres formar parte durante un rato de ese lugar.
Y encima, el no tener ninguna prisa por irte. Ni por llegar a ningún sitio.

Sin informática, ni tarjetas de crédito, ni teléfonos móviles, ni semáforos, coches, normas de circulación, sin, ni siquiera televisión ni mp3.
Sin aglomeraciones ni colas.
Sin temores, sin nervios.
Sin nada más que uno mismo y sus pensamientos.
Sin riesgo a decepciones, pues no sabes qué es lo que habrá mas adelante.
Con morriña de lo que vas dejando atrás.
Adquiriendo experiencia.

2 comentarios:

  1. ¿¿ y qué tal fue tu camino en bicicleta??

    saludos!!

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  2. Re-escribo mi respuesta donde te animaba a realizarlo, y posteriormente me fijo que de tí podria aprender yo alguna cosilla):
    Pues como decia en una de mis primeras entradas del blog, fue algo espectacular. Tu ya lo sabes. Decides hacer el camino "solo" y terminas el camino con amigos. y meses despues sigues comunicandote con ellos por facebook o email. Y planeas el repetirlo. Y no comprendes como puede haber gente que lo vea algo ridículo. Por que una vez realizado, se convierte en una de las experiencias más gratificantes a todos los niveles, que uno puede probar. Y solo queda el volver a hacerlo e identicas condiciones o no. el caso es repetir...

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